BlAnCa NaViDaD
Es víspera de Navidad, nuevamente... Mientras coloco las guirnaldas y las luces navideñas al árbol, como siempre apurado y a último momento, muchas navidades regresan a mi mente... Navidades inocentes, navidades alegres, navidades tristes y meláncolicas. La navidad pasada. El árbol va quedando listo. Nunca falta un foquito quemado en las luces, que hay que reemplazar cuando ya todo está listo. El teléfono suena. Es mi madre, llama para confirmar si vamos a estar en casa esta Nochebuena o la pasamos donde unos familiares cercanos. Mamá está residiendo en el extranjero. No la tendremos con nosotros estas fiestas. "Te extraño vieja, ya hablamos luego, sí aquí estaremos, no tenemos ganas de salir". Cuelga. No,estas fiestas no serán iguales. "...¿Tenía que ser justo hoy día?, no podías decírselo en otra ocasión?... " Hace ya un año. Recuerdo haber dicho eso. "Lo siento, me sentía tan mal". Las fiestas navideñas nos ponen tan sensibles. "Hace tiempo que no conversábamos en serio y lo dije porque guardar eso en realidad me hacía daño, me hace daño". Recién mis padres se enteraban que era gay. Mi mamá sufría mucho: su hijo mayor, su orgullo, era homosexual. Y claro, para muchas personas no hay nada peor que eso. Hasta ese momento mi hermano era la "oveja negra"; ahora yo ocupaba ese lugar. Y él, machista y homofóbico, se acababa de enterar. Una cena tensa. Cualquier pretexto para estallar, palabras hirientes, mordaces, una discusión familiar. La cena no se digiere bien con amargura... Suena un portazo, vuelvo al presente. "Mamá llamó, dice que hablamos a medianoche". Bien. -Te quedo bonito el arbol-, voy a cambiarme y salgo de nuevo". Mi hernano, un extraño. Es mejor así. La relación estuvo terrible mucho tiempo. Pero por el bien de la familia decidimos hacer cada uno nuestra vida. Yo no me meto en la de él, él no se mete en la mía. Casí ni hablamos. Suficientes problemas tiene con su ex-mujer y su hija, realmente, no me interesa. El Papá Noel de porcelana con el quiñe en el costado. Lo saco con cuidado y lo coloco en la mesa de centro. Recuerdo que cuando discutiamos, me empujó y se cayó al suelo. Luego, los gritos de papá, el llanto de mamá, el chocolate frío y yo, un portazo y ya estaba en la calle. Caminé y caminé hasta cansarme. Llamé a unos amigos y luego fuimos a emborracharnos. Para olvidar, bah!. La última navidad juntos. Mamá aprovechó el ofrecimiento de unos familiares para viajar y tratar de obtener residencia allá. no me gusta pensar que yo fuí no de los motivos para que se fuera, aunque no puedo evitar sentirme así. El teléfono de nuevo. Es Toño. No hace mucho que terminamos como pareja, pero seguimos siendo amigos. Me dice que llamaba para saludarme,que de repente no puede llamarme más tarde. Que no sabe dónde la pasará o que hará luego. "De todos modos, Feliz Navidad, pero sé que no será como siempre". Colgó. El día pasa volando. Las 12 llegan. Las llamadas, la nostalgía, cohetines y fuegos artificiales revientan en las calles y cubren la ciudad de una especie de neblina artificial con olor a polvora. Los villancicos de Navidad en la radio. "Por eso y muchas cosas más...", esa insoportable canción suena en mis oídos. Mi papá ve televisión luego de la cena. Extraña a mamá. La extrañamos todos. Mi hermano se va pronto con su nueva enamorada. Yo salgo. He quedado con unos amigos en vernos luego de las 12 y la cena. Para qué quedarme en casa sintiéndome triste. Mi papá se queda con los vecinos y mis tíos. Tengo que irme. Camino como hace un año. Las lucecitas se encienden y apagan en las casas como estrellitas multicolores. Hay poca gente fuera, noctámbulos y solitarios como yo. Uno que otro café abierto. Algunas discotecas para olvidar la soledad con el alcohol. Pero esta noche no. Compro una taza de chocolate caliente y un pedazo de panetón. No cené mucho y ahora tengo hambre. "Feliz Navidad joven!, por favor dame un poco de tu panetón pé"... Miro abajo. Un chibolito harapiento, me agacho. "¿Qué haces aquí a esta hora?", le digo. "Todavía no acabo de vender, pero tengo hambre pé, un pedacito de panetón". Miró su carita sucia, sus ojos achinados, no más de 8 años. "Sí, el significado de la navidad"... pienso para mi. "Toma, el chocolate y el panetón son para tí"... "Sí pero tambien te podemos invitar pollito a la brasa, ¿no se te antoja?". Levanto la mirada. Es Toño. Increíble, cómo siempre de casualidad, aparece en el momento oportuno. Casualidad?. ¿Porqué no creer que los cuentos navideños pueden tener un final feliz?. Total es la magia de la fecha y mi deseo más oculto se cumplió. Con el chibolo al lado caminamos rumbo a la pollería. Las luces navideñas brillan con más intensidad. No es necesaria la nieve para una blanca Navidad... sólo un poco de paz. Felices Fiestas, les desea... Lorenzo Amado |
1 Comments:
Me gustó tu cuento de Navidad...Tiene el mensaje más valorable de todos : el del amor!. Suerte con tu vida y no pierdas nunca tus sentimientos, al fín y al cabo es lo único que importa.
Lo voy a publicar en mi modesta web... Saludos !!!!
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